martes, 17 de noviembre de 2015

Artistas renacimiento: Fillipo Brunelleschi,Rafael Alberti, Donato Bramante, Andrea Palladio, Masaccio

Principales artistas del Renacimiento


Arquitectura

1. Fillipo Brunelleschi

Arquitecto y escultor italiano, nacido en Florencia en 1377 y fue uno de los creadores del estilo renacentista. Inició su carrera como escultor, fue gran conocedor de las matemáticas, y esto fue lo que lo llevó al descubrimiento de la perspectiva, se le debe la formulación de las leyes de la perspectiva central, tal como afirma Alberti en su famoso tratado “Della pintura”.
La cúpula de la catedral de Florencia lo llevó a la fama, ya que sus conocimientos de ingeniería lo permitieron solventarlos problemas de la construcción de dicha cúpula, en la actualidad se sigue admirando su obra. A partir de los monumentos clásicos y de las realizaciones del románico toscano, creó un estilo arquitectónico muy personal, en el que desempeñan un papel fundamental las matemáticas, las proporciones y los juegos de perspectiva. Gracias a las combinaciones de diferentes figuras geométricas, sus edificios no son aptos para suscitar emociones sino para intentar comprender fría y racionalmente las leyes que el artista quiso plasmar a través de sus realizaciones.
La arquitectura de Fillipo es elegante y ornamental, sus obras más destacadas están: la capilla Pazzi, la Sacristía Vieja de San Lorenzo, estas dos obras son de planta central, tienen armonía visual . Miguel Ángel fue un artista que se inspiró en Fillipo.
Fillipo murió en 1445.


1.1. Análisis de la cúpula de la catedral de Florencia

Análisis compositivo

            El nombre de la cúpula es: cúpula de la catedral de Santa María del Fiore, el proyecto fue presentado en 1418, pertenece al Quattrocento. La forma de la cúpula es de perfil apuntado y planta octogonal, la base es de piedra y la mayor parte de la obra es de ladrillo macizo, mortero y otros materiales, los nervios y el revestimiento del tambor son de mármol. La cúpula está sobre un tambor de planta octogonal en piedra, los ocho lados están revestidos en placas de mármol blanco y verde, también tiene un gran óculo central. La cúpula muestra un claro perfil apuntado en el que hay ocho nervios de mármol blanco de cuatro metros de espesor. La linterna plasmática están en el punto de convergencia de los nervios, tiene ocho lados y dieciséis metros de altura. El arquitecto concibió en realidad una doble cúpula, exterior e interior, tienen perfiles apuntados.
La cúpula interior, tiene 24 nervios construidos en ladrillo.
La cúpula presenta desde el interior una superficie plana.
La obra simboliza la importancia de Florencia como núcleo funfamental del arte renacentista en el siglo XV.

Análisis histórico

Esta obra se originó por la convocatoria de un concurso con el cual se decidió el arquitecto que haría la nueva cúpula que cubriría el crucero del Duomo florentino. El concurso fue ganado por dos artistas: Ghiberti y Brunelleschi, pero este último asimiló el reto.
Con respecto a los linajes en la sociedad que promovían el arte, está la familia medici, esta familia apoyó al arquitecto en la realización de sus obras, pero también en otros ámbitos artísticos que ayudarían a Florencia en el centro del humanismo en XV.
La cúpula de Florencia inicia en el desarrollo de la arquitectura renacentista.

Análisis personal

Esta obra arquitectónica, es un claro ejemplo de lo que la inspiración y el trabajo artístico con el científico pueden lograr. La composición es extraordinaria, rica en estética y forma arquitectónica, es casi imposible creer que no se hayan usado modelos en qué inspirarse, salvo por la gran capacidad que se tiene y se tenía en esos tiempos.
En lo que respecta a los colores, se asocian con el entorno en el cual está ubicada la catedral, especialmente con el color de los techos de la ciudad de Florencia. La arquitectura renacentista emprende un nuevo camino en este arte, esta cúpula es un claro ejemplo de este nuevo estilo del arte ya que se separa claramente de la arquitectura gótica, pero que aún así conserva algunos elementos como son los nervios en las cúpulas.


2. Rafael Alberti

Nació en Génova el 14 de Febrero en 1404. Primero decidió seguir una carrera eclesiástica, luego en 1432 fue a Roma ser secretario del papa Eugenio IV y pudo estudiar monumentos de la antigüedad clásica. Fue amigo de Brunelleschi, Donatello y Masaccio. Alberti comenzó a trabajar como arquitecto en 1430, las primeras obras las desarrolló para la familia Rucellai en Florencia, sus obras también se consideran grandes exponentes de la arquitectura renascentista.
El proyectaba todos los elementos al detalle, pero nunca participaba en la construcción de sus edificios. Pero lo que más destaca es su actividad teórica. Uno de los aspectos más innovador consiste en mezclar lo antigua y lo moderno.
 Entre sus obras más reconocidas están: el palacio Rucellai (Florencia), Templo de San Francisco o el templo Malatesta de Rimina, Iglesia de San Sebastiano (Mantua), Iglesia de Sant’Andrea ( Mantua), Santa María Novella (Florencia)

Análisis compositivo Palacio Rucellai


Fue construido en 1450 hasta 1460, pertenece al estilo renacentista italiano. Lo que más destaca de la obra arquitectónica es la fachada del palacio. El conjunto de la fachada tiene un ritmo vertical y el uso de sillares lisos de distintos tamaños o la hábil gradación de los relieves en pilastras, frisos, ventanas y puertas evita la sensación de monotonía.
La combinación de pilastra, entablamento y arco de medio punto de los pisos superiores también está inspirado en los edificios de espectáculos romanos y será retomado por arquitectos como Andrea Palladio en el siglo XVI.
El muro tiene un suave almohadillado, técnica que consiste en resaltar los sillares rebajando sus bordes, como se hacía también en edificios de ingeniería romanos como los acueductos y los puentes.
 Las ventanas tienen arcos de medio punto. La prioridad del piso central es reforzada por la colocación de los escudos de la familia Rucellai sobre algunas de las ventanas.
Las líneas horizontales y verticales, curvas y ángulos, vanos y planos se organizan de tal modo que dan a esta fachada un singular ritmo. La combinación de pilastra, entablamento y arco de medio punto de los pisos superiores también está inspirado en los edificios de espectáculos romanos y será retomado por arquitectos como Andrea Palladio en el siglo XVI. El muro presenta un suave almohadillado, técnica que consiste en resaltar los sillares rebajando sus bordes, como se hacía también en edificios de ingeniería romanos como los acueductos y los puentes.
Las ventanas tienen arcos de medio punto. La prioridad del piso central es reforzada por la colocación de los escudos de la familia Rucellai sobre algunas de las ventanas.

Las líneas horizontales y verticales, curvas y ángulos, vanos y planos se organizan de tal modo que dan a esta fachada un singular ritmo.

Análisis histórico

La obra fue encargado por el mercader Rucellai en 1446, tuvieron la dirección técnica de Rosellino. Este palacio era el tipo de vivienda de la aristocracia Italiana en XIII. En aquellos tiempos el palacio formaba parte del contexto urbano y habían perdido su originalidad a favor de la habitabilidad y el deseo de reflejar el nivel social y el status de sus propietarios.
Alberti se decantó por los órdenes clásicos para dar al edificio una grandiosidad en armonía con la posición de los Rucellai. En él, se inspiraron, entre otros, Michelozzo y Rossellino. La fachada, con su almohadillado uniforme de estilo romano, se divide en tres niveles, en orden ascendente por su complejidad.

Análisis personal

La decoración en la arquitectura es muy importante, y es algo que caracteriza a los estilos de arquitectura a través de los siglos. En esta obra se destaca la decoración en las fachadas, principalmente los almoadillados en las paredes, un estilo que le proporciona estética. Este tipo de decoración hacen que el edificio tenga textura a parte del material con el cual está hecho. También hay otros elementos que hacen característica del estilo a esta fachada como: Las líneas horizontales y verticales, curvas y ángulos, vanos y planos se organizan de tal modo que dan a esta fachada un singular ritmo.  La principal contribución al arte del humanista León Battista Alberti son sus estudios y escritos recopilados en tratados donde se recogen las teorías artísticas del momento. En las fuentes clásicas buscó la perfección, la armonía y la belleza. Durante años estudio y midió los monumentos romanos, que le seducían especialmente, y de ellos extrajo las leyes sobre las proporciones y la perspectiva que plasmó en sus tratados dedicados a la pintura, la arquitectura y la escultura.

3. Donato Bramante

Nació en Italia en 1514, fue un arquitecto y pintor italiano. Fue un arquitecto a caballo entre los siglos XV y XVI. Aprendió de Brunelleschi y Alberti, la creación de espacios armoniosos y proporcionados, aunque les añadió un interés por la perspectiva lo que logró crear efectos de profundidad y espacio en sus obras, como ejmplo está el templete de San Pietro in Montorio en Roma. En 1480 se estableció en Milán, donde desplegó una gran actividad como pintor y arquitecto que puede sintetizarse en el impactante Cristo a la columna y, sobre todo en la construcción de Santa Maria presso San Satiro, donde dotó al coro, de pocos centímetros, de una gran sensación de profundidad.
Trabajó al servicio del papa Julio II en 1499, en 1503 proyectó el patio del Belvedere y en 1506 se hizo cargo del proyecto de la nueva basílica de San Pedro. Ninguna de las dos obras se llevó a cabo tal como Bramante había previsto, pero la genialidad de las soluciones por él propuestas imprimió una nueva orientación, más monumental y escenográfica, a la arquitectura del Renacimiento.

Análisis de la Basílica de San Pedro



La obra cumbre que el genio de Buonarroti proporcionará a Roma como cabeza de la catolicidad es la definitiva construcción de la basílica de San Pedro, que ni Bramante, Rafael, Peruzzi, Giuliano de Sangallo ni su sobrino Antonio de Sangallo el Joven habían podido levantar desde la primera piedra bendecida por Julio II en 1506. Cuando falleció el último Sangallo en 1546, el Papa puso en manos de Miguel Angel la conclusión de tan diferida espera.
Volvió el artista a la prístina idea bramantesca del plan central, ahora con una sola entrada principal y no las cuatro abiertas por Bramante a los extremos de la cruz griega, y la dotó de robustos pilares ochavados en el crucero para sostener una más grandiosa cúpula sobre tambor. El sistema del equilibrio exigido por la cúpula también coincide con la solución bizantina de contrarrestarla con cuatro cúpulas menores tras los pilares -sólo se construirán con tambor dos de ellas por Vignola-, con lo que se disponían naves en planta cuadrada en torno al ochavo central, donde se dispondrá el altar de la Confesión sobre la tumba de San Pedro.
En los impresionantes ábsides dispuso pilastras de orden gigante que acomodan ventanas en dos y tres pisos, y sobre enorme cornisa levanta un ático de ventanales apaisados en contraposición dialéctica, que también trasladará al altísimo tambor de la cúpula. Esta se eleva, con sus 42 m de diámetro, no sólo por encima de las colinas famosas de la urbe, sino sobre toda la arquitectura romana imperial, al superponer la magnitud del Panteón de Agripa sobre unas naves que rivalizan con las bóvedas de la basílica de Majencio y Constantino.
Lo único que trastocó su idea de dominio absoluto de la cúpula fue la adopción más tarde por Maderno de la planta final de cruz latina, con lo que se pierde la visión exenta cuando se la mira próximo a la fachada principal. Pero desde los Jardines Vaticanos y en lontananza, la cúpula miguelangelesca es la cima por excelencia de todo el Cinquecento.
Como segundo arquitecto de San Pedro tuvo Miguel Angel unos años al español Juan Bautista de Toledo, a quien Felipe II llamará en 1563 para trazar el monasterio de El Escorial. A la muerte del gran florentino, una parte del proyecto, como las dos cúpulas menores, será obra de Vignola, y la grandiosa cúpula, concebida con doble casquete, fue terminada con mayor peralte por Giacomo della Porta.

Análisis personal

La arquitectura de la época del renacimiento han sido muy simbólicas. Sin embargo la basilica de San Pedro es un ejemplo de que las obras arquitectónicas llevan tiempo en ser ejecutadas, así mismo como en la estructura que tienen. Es complejo el simple hecho de ponerse a pensar en la forma al igual que su aspecto y la estética que debe tener. Es clave que el arquitecto sepa lo que está plasmando en las tres dimensiones, así mismo como lo que quiere comunicar mediante la arquitectura. Esta basílica es representante del mundo Católico, ha sido conservada con el tiempo y es uno de los emblemas religiosos más famosos en estos tiempos.


4. Andrea Palladio

Nacido en Padua, en 1508. Fue un  Arquitecto italiano, uno  de los mayores arquitectos de la Italia del Renacimiento, llamado a tener una proyección internacional muy superior a la de la mayor parte de sus coetáneos, fue hijo de un molinero y se formó como cantero, profesión que ejerció en Vicenza en su juventud.


Hacia 1537, un acontecimiento fortuito cambió su destino: el literato Gian Giorgio Trissino le encargó la construcción de su villa en Cricoli, cerca de Vicenza, lo introdujo en los ambientes culturales más selectos del Véneto y le impuso el nombre de Palladio. Además, lo llevó consigo en una serie de viajes, en particular a Roma (1541, 1545, 1547, 1549), que permitieron al artista entrar en contacto con la obra de los mejores arquitectos vivos y estudiar, con una precisión casi arqueológica, los edificios de la Antigüedad. El conocimiento de estas realizaciones y el estudio del tratado de Serlio formaron su estilo, absolutamente clasicista, pero muy innovador al mismo tiempo con respecto a lo que se hacía por entonces.
En 1549, el Concejo de la ciudad de Vicenza le encargó la reconstrucción de las logias del palacio de la Ragione, conocido como la Basílica; era una obra problemática a la que hasta entonces no había logrado dar solución satisfactoria ningún arquitecto. Palladio optó por revestir las antiguas estructuras con una envoltura clasicista, y el éxito de la obra fue tal que desde aquel momento se convirtió en el arquitecto preferido de la aristocracia de Vicenza, ciudad en la que construyó importantes palacios.

Análisis compositivo



Es una obra compacta y sencilla de esta época que exalta y resume muchos conocimientos y pensamiento del pleno renacimiento. Su estructura es tan clara, pequeña y estética.
  

La villa tiene proporciones interesantes, teniendo como base un cubo
central. Las logias salientes, ocupan en el terreno un espacio que es igual a la mitad del cuadrado del cubo central. Esto hace que el área del terreno total sea el doble del área del cuadrado donde se ubica el cubo central.

La altura de la estructura central de la cúpula es igual a 1/2 del radio de la esfera a la que toma la forma base.

La separación 3er piso del segundo está determinado por la mitad del cuadrado del cubo base y la altura del 1er piso es igual 1/8 de la longitud de este.
Tiene 4 logias organizadas simétricamente en las 4 caras del cubo central, cada una con 5 estatuas de divinidades griegas, 2 puestas al inicio de los muros laterales de las escalinatas, y 3 que rematan las esquinas del frontón triangular. La única irregularidad observada en la vista en planta, es la de los escapes de las chimeneas. Se puede ver 5 de estas, 2 parejas alineadas y simétricas con respecto a un eje paralelo, y una aparte símetrica a un escape de estas parejas a 45 grados con respecto a este eje

5. Masaccio Tommaso di Ser Giova Mone Cassai

Fue un Pintor italiano, nació el 21 de diciembre de 1401 en San Giovanni Valdarno
En 1417 se traslada a Florencia donde el 7 de enero de 1422 pasó a formar parte del gremio de pintores florentinos, relacionándose sobre todo con Donatello , del que toma su conocimiento del arte clásico y Brunelleschi, adquiriendo el conocimiento de la proporción matemática, como se aprecia en su primera obra Tríptico de San Giovenale. 

En el año 1424 se inscribe en la "Compagnia di San Luca" donde comienza a relacionarse con Masolino y trabajan juntos en algunas obras como la Santa Ana, Virgen con Niño y ángeles y en la decoración de la capilla Brancacci, la ejecución de dichos frescos dura cuatro años por lo que los compagina con otros trabajos como el Políptico de Pisa y el fresco de la Trinidad.
Fue considerado como uno de los padres del renacimiento italiano cuyas innovaciones en el empleo de la perspectiva científica abrieron el periodo de la pintura moderna. Su obra tuvo gran influencia en pintores como Miguel Ángel o Boticelli.

En 1428 se trasladó a Roma para realizar junto a Masolino un tríptico para la iglesia de Santa Maria Maggiore, aunque no llegaría a realizarlo ya que fallece en este mismo año con sospechas de que fue envenenado.


Análisis de la obra “El  pago del tributo”


En este fresco, uno de los más reproducidos de la Historia del Arte, Masaccio despliega su asombrosa capacidad creativa y nos permite ver toda la innovación técnica y compositiva del Renacimiento.
Enmarcado en el conjunto de los frescos de la Capilla Brancacci, el Tributo representa una escena de la vida de San Pedro narrada en el Evangelio de San Mateo, en la que se hace referencia al conflicto entre la Ley divina y la humana, a través del pago del tributo del templo. 

El tema, ligado muy estrechamente a la situación política de la Iglesia en la época, parece que fue elegido por el propio Brancacci y los frailes carmelitas. Cabe, incluso la posibilidad de que el por entonces Papa, Martín V, también interviniese en la decisión. A través de este episodio bíblico, se expresa la idea de que, en términos de la Ley divina, la Iglesia no debería pagar el tributo. Pero, al precisar alianzas políticas, se ve en la necesidad de pagarlo, si bien es Dios el que provee.







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